Hombres Equivocados
Uno nunca sabe la realidad sobre algo hasta que lo ha
vivido. Ser militar, o en el caso de la novela, La Ciudad y Los Perros,
estudiar en una escuela militar es una vida difícil e imposible de entender si
uno no ha pasado por esa experiencia. El autor de esta novela, Mario Vargas
Llosa capta los sentimientos y el estilo de vida que están presentes dentro de
este estilo de vida. Él logra transmitir la realidad porque él estudio en el
Leoncio Prado, una escuela militar en la cual se desarrolla la novela. Mario
Vargas Llosa se relaciona a los personajes en la novela y los ha desarrollados
en una manera verosímil a los cadetes en la vida real. En la novela se ven
varias razones por la cual estos adolescentes fueron inscritos en la escuela,
pero la razón típica es para convertirlos en hombres. El autor hace una crítica
hacia este tema de la masculinidad ya que los cadetes se van demostrando
características corruptas en vez de hombrunas.
En la sociedad latinoamericana la masculinidad es un
tema que se presenta mucho ya que es importante para un hombre demostrar
cualidades machos. Para los padres en esta sociedad es importante que sus propios
hijos demuestren estas características. En
la novela hay una representación entre la relación entre padre e hijo y como
este tema de la masculinidad rodea la relación. “Fuer de la cama, entonces…Solo
las mujeres se pasan el día echadas, porque son ociosas y tienen derecho a
serlo, para eso son mujeres. Te han criado como a una mujerzuela. Pero yo te
haré un hombre.” (Página 192) En la cita previa se ve la relación dura entre
Ricardo y su padre, la manera en que un padre critica a su propio hijo por estar
echado en la cama, la molestia que siente el padre, y la mentalidad que existe
dentro de los hombres latinoamericanos. Un día el padre de Ricardo entra a su
cuarto y le entregó un folleto de El Colegio Leoncio Prado y luego le dice, “Te
inscribiré en una academia y te compraré los cuestionarios desarrollados.
Aunque me cueste mucha plata, vale la pena. Es por tu bien. Ahí te harán un
hombre. Todavía estás a tiempo para corregirte.” (Página 236) A los hombres les
parece necesario criarse en una manera más macha.
Aunque las intenciones de los padres y los
adolescentes es hacerse más hombre, lo que realmente sucede dentro de la
escuela no es lo que uno se pensaba. La estructura de la novela ayuda a los
lectores ver el contraste en los personajes antes de entrar al colegio a la
manera que actúan después de haber estado en el colegio. Si uno se enfoca en el
personaje, el Jaguar, hay una diferencia entre su personalidad cuando iba al
colegio en Lima y la manera que trata a los demás dentro del colegio Leoncio
Prado. Antes, al Jaguar le importaba a los demás y en especial a Teresa. Su
generosidad se ve cuando le compra un regalo a Teresa, “Corrí a la librería y
compré la caja de tizas.” (Página 180) Luego en la novela se va desarrollando
un grupo de cadetes, el grupo se llama El Círculo y el líder es el Jaguar. El
Jaguar representa todos los cadetes que estudian ahí y que han cambiado. Todos
actúan agresivamente y no son los hombres que la sociedad tanto desea que eran.
La escuela militar es un lugar en la cual los
adolescentes salen peor que entraron. Salen con mucha agresividad, violentos,
corruptos, groseros, irrespetuosos, etc. La sociedad les pone mucha presión a
estos adolescentes para actuar y representar a
un hombre ejemplar. Esa presión resulta en ellos sacando la rabia con
sus vidas y se convierten en personas distintas. Los hombres que se forman en
esta escuela son crueles.