Dicotomías y Dualidades

El ser humano tiene la tendencia de pasar por lo que se llama la dicotomía o dualidades. Es normal para una persona estar confundido o indeciso entre dos o más opciones que se enfrentan en la vida. En el cuento de Madame Bovary, Emma pasa por esto porque ella es un personaje que representa al ser humano en varios aspectos.  Estos eventos se relacionan a mi vida porque es común que un humano sienta esto y en mi opinión, los adolescentes lo sienten aún más. Para el programa del IB, tuve que escoger ciertas clases apropiadas para tener la información básica para mis futuros estudios, es decir escoger las clases que más me beneficien. Entonces en décimo grado decidí que iba a tomar matemáticas en el nivel más difícil ofrecido. Cuando entre a onceavo grado empecé a sentir que la cantidad y la dificultad de los trabajos habían aumentado y sentí que las decisiones que había hecho el año anterior no eran las adecuadas para mi estilo de aprendizaje. La clase de matemáticas fue lo que más me preocupó, ya que sentí un peso enorme sobre mí que se empeoraba con las otras clases que había elegido.  En esos momentos me puse a pensar en los cambios que podía hacer en las clases que estaba tomando para que mis estudios en la universidad sean parecidas a las del bachillerato. Aunque a muchas personas les parece que esta situación no sea tan grave, para mí fue una decisión que tenía que hacer. Mis opciones eran las siguientes, dejar de tomar una ciencia (física o química) pero tener que tomarla en la universidad y seguir en la matemática del nivel difícil o bajarme del nivel de matemática y seguir con mis dos clases de ciencias. Pensaba en la confusión que podía tener si tomaba dos clases de ciencias ya que no estaba concentrada en una de ellas, pero también pensaba en el trabajo y el esfuerzo que iba a perder tomando una clase de un nivel muy compleja para mí. Al fin elegí bajarme del nivel de matemáticas y seguir con las dos clases de ciencias. Tome esta decisión porque quería aprender de ambos química y física y no tener que empezar de cero en la universidad. Pase muchas horas pensando en mi futuro y de cómo podía hacer el proceso de ese momento hasta llegar a la universidad perfecta para mí. Para que el trayecto sea perfecto, hay que tener un balance, es decir que mis estudios me den el conocimiento ideal y básico y a la vez hay que haber obstáculos que me hagan crecer como un estudiante. Como adolescente, me preocupo más de las decisiones que estoy tomando ya que mi futuro depende en cada una y por esta razón se me ha hecho difícil hacer decisiones con mi primer instinto. Al enfrentarme con una decisión importante, pienso en las consecuencias negativas y positivas que me pueden enfrentar y aunque ninguna decisión que uno toma termina siendo como uno lo deseaba, es importante que uno aprenda de ellos para hacerlas mejor en el futuro.